Pozuelo: “El renaixement d’Al-Qaida”

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En un article a la Vanguardia Eduardo Martín de Pozuelo afirma que “Al-Qaida s’estaria reagrupant al nord d’Àfrica i estaria preparant un gran atemptat contra els EUA o Europa”.

A continuació el reproduïm íntegrament:

Mientras los líderes del Estado Islámico (EI) se instalan en el norte de África para reproducir en el embrión del califato universal que lentamente se desmorona en Siria e Irak, Al Qaeda crece exponencialmente en la misma región como la gran alternativa de futuro al EI y a su estrategia de terror a corto plazo, según un conjunto de informes de inteligencia que manejan las instituciones de seguridad de los estados europeos y Estados Unidos. Estos mismos informes, que desde hace año y medio vienen anunciando cambios en el yihadismo global, también advierten que Al Qaeda lleva meses preparando un gran atentado contra Estados Unidos y en su defecto, contra la Unión Europea. Los agentes de información consideran que Al Qaeda busca diferenciarse del EI en horas algo más bajas y de sus actos terroristas en Europa y Estados Unidos retomando para ello las grandes acciones del pasado que han caracterizado a esta organización terrorista. Con todo ello esperan retomar un liderazgo perdido bajo la premisa de que el éxito en un atentado les hace más grandes.

Los informes de inteligencia sobre la evolución del yihadismo global que llegan hasta los centros de lucha antiterrorista de la Unión Europea y Estados Unidos señalan una transformación del fenómeno que sigue dos caminos por ahora complementarios.

Por una parte, los agentes de información han detectado que un notable grupo de líderes del Estado Islámico ya se han traslado hacia el norte de África donde, además de conectar con grupos terroristas afines para preparar un relanzamiento del EI tras su presumible derrota en Siria e Irak, han abierto cuentas corrientes en diversos bancos de Sudán, Níger y Nigeria y otros países de la región que las fuentes consultadas por La Vanguardia no han especificado.

Estas cuentas dinerarias tendrían relación directa con la preparación del nuevo territorio del Estado Islámico en una zona del mundo que consideran su frontera exterior y que la UE califica de “flanco sur europeo”.

Según las mismas fuentes de la seguridad europea, estos líderes de EI están por África subsahariana reclutando yihadistas dispuestos a atentar en Occidente. Esta captación obedece a la presunción del EI de que los retornados de origen magrebí (combatientes voluntarios yihadistas que regresan a Occidente) son más fácilmente detectables en las fronteras de la UE y de EE.UU. que nuevos terroristas procedentes del África subsahariana. Éstos se supone que circularán levantando menos sospechas.

La otra faceta de la doble evolución yihadista detectada por los servicios de inteligencia se refiere al papel de Al Qaeda que, desde la misma zona en la que se está reubicando el EI, está adquiriendo una preponderancia ideológica, logística y de influencia que aparecía falsamente mermada ante la pujanza militar y muy especialmente propagandística del Estado Islámico.

Los agentes han detectado un flujo de voluntarios desde el EI hacia Al Qaeda Central (AQC), Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) que interpretan como una señal de la recuperación de posición por parte de la franquicia Al Qaeda que pretende recuperar el liderazgo y dominar la estrategia terrorista mediante un gran atentado en Estados Unidos que llevan diseñando desde hace más de un año. Si su plan no funciona, la alternativa es Europa, siempre según estos informes de inteligencia.

De hecho, según estas fuentes, Al Qaeda se presenta ante los yihadistas como la gran opción de futuro en su lucha en pos del califato universal y ya ha logrado –informan– potentes alianzas con grupos islamistas en África que suponen el control de prácticamente todo el Sahel, además de zonas de Sinaí y las zonas ya conocidas en el interior y el sudeste de Yemen. A este circunstancia habría que sumar la influencia de Al Qaeda en tradicionales feudos como Afganistán, Pakistán y en menor medida tanto en India como en Indonesia.

Sin embargo, estos trasvases de terroristas o “solados del califato” de un grupo a otro no implica un claro debilitamiento del EI. Los servicios de inteligencia calculan que cada mes se suman al califato un promedio de 500 yihadistas, al tiempo que decenas de “veteranos” combatientes tratan de huir del EI solicitando ayuda a sus familias en Europa.

Los señalados informes de inteligencia indican que pese a los movimientos detectados, el Estado Islámico no ha sido derrotado. De hecho, ha recabado con éxito colaboración en los países caucásicos y en otros asiáticos pero con el problema logístico que representan los controles de fronteras y aeropuertos que les impiden mover simpatizantes hacia Siria e Irak. En cambio estos islamistas caucásicos y asiáticos tienen en Rusia su campo natural de operaciones.

La Vanguardia 9-4-2017